viernes, 27 de noviembre de 2015

Escuela Keynesiana

La Escuela Keynesiana nace de la mano de John Maynard Keynes y su libro Teoría General sobre el empleo, el interés y el dinero publicado en 1936 a raíz de la "Gran Depresión" del 1929. La Teoría Keynesiana propone darle mayor poder y nuevas herramientas a las instituciones para que puedan evitar las crisis económicas, en la medida de lo posible, ya que las economías, en un principio son cíclicas. Este dato quiere decir que alternan periodos de expansión, cuyo punto más alto se denomina "cima") y periodos de recesión, cuyo punto más bajo se denomina "valle". Sin embargo, se intenta que estos últimos periodos sean lo menos grave posible para la economía. Un esquema de este fenómeno:

Vía www.econlink.com.ar
Uno de los razonamientos de la Teoría de Keynes es que la bajada de los salarios hace bajar la demanda y, por lo tanto, la economía se estanca. Para contrarrestar este efecto, el Estado debe aumentar el gasto público en tiempos de crisis o recesión. Dicho de otra manera, se debe utilizar la política monetaria o el endeudamiento para generar mayor liquidez y sostener la demanda.

La Teoría Keynesiana se opone a la Teoría Clásica (que explicaré detenidamente más adelante), la cual sostiene que los ciclos económicos son regulados por el propio mercado asumiendo que una bajada de los salarios hace bajar la demanda, lo que al mismo tiempo supone que bajen los precios equilibrando al mercado nuevamente, sin una intervención del Estado.

En cambio, Keynes afirmaba que el Estado debe intervenir fuertemente en tiempos de recesión para aumentar la demanda agregada, ya sea emitiendo dinero o endeudándose.

Por tanto, de forma más resumida, las características que la Teoría Keynesiana sostiene, son:


  • Fija objetivos a corto plazo.
  • Se opone al Liberalismo.
  • La demanda mantiene el empleo.
  • El Estado debe tener un papel contracíclico en la economía, gastando más en tiempos de recesión.
  • El Estado debe ser un facilitador de la economía y debe actuar para generar pleno empleo.
  • Aumentar los impuestos después de las crisis para pagar el endeudamiento.
  • La liquidez tiene un papel muy importante.
  • Las principales amenazas de la economía es el desempleo y la recesión.

1 comentario:

  1. Keynes ya está superado. Sus teorías valen -o han valido- en unos tiempos en los que la intervención de los Gobiernos-Estados era plausible y casi necesaria. Pero eso pasó a la historia. Hoy vivimos en un mundo "Globalizado" en donde lo que prima por excelencia es la libre competencia, es decir, productividad y competitividad, algo que, a veces, se nos olvida.

    El hecho de que esto esté así no es, ni más ni menos, que la oportunidad que a la sociedad occidental -ahora también China y alguno más- les ha convenido. ¿Acierto o todo lo contrario? No lo sé. Sólo opino que el mundo va hacia atrás en estos asuntos en los que la hambruna es evidente, la pobreza vuelve a cabalgar en países de la Europa próspera y rica y en EEUU, único país que está practicando las fórmulas de Keynes, es gracias a que China se ha convertido en su banquero particular y le está comprando toda la deuda. Ya veremos qué pasa cuando China caiga -que caerá- y no pueda hacer efectivo el esfuerzo interesado que está llevando a cabo: ¿otra burbuja? Pues sí, la China.

    Y que Dios nos coja confesados.

    Particularmente estoy en contra de las ideas de mi paisano Keynes; soy más neo-liberal, sí, de los de la Escuela de Chicago y también la Austriaca -Tom Hayes, Stigler, Friedman, Hayek-, aunque en algunos aspectos discrepo. Sólo admito el laissez faire como bandera. Las intervenciones de los Gobiernos, desde mi punto de vista no debieran existir; los mercados se regulan solos. Y sí, es cierto que cualquier economía y sobre todo la capitalista, tiene esas cimas y esos valles. Correcto, estoy de acuerdo porque es una evidencia. Pero no se nos olvide que las intervenciones de los Estados-Gobiernos, en la mayoría de casos, son más perjudiciales que acertadas. Una Nación como España, por poner un ejemplo, en donde el Gastos Público se destina a mantener el gasto corriente más que a infraestructuras y otras cosas que reviertan en empleo y beneficio -no digo ya riqueza o PIB-, esa intervención es contraproducente y dañina. Prefiero que el Estado se quede al margen y ya me las arreglaré yo con mi propia economía.

    Lo que sí es evidente y estoy de acuerdo con Keynes (supongo también contigo) es que sin demanda interna, ya pueden decir misa los políticos y los economistas, NO HAY CRECIMIENTO. Y en medio mundo, por no decir en casi todo, eso se ha ido al traste. Yo ya viajo poco, pues a mis años no estoy para muchos trotes. Pero he trabajado y vivido en Chile, Colombia, Argentina, EEUU, Alemania, Francia, Rumanía y España. Esto que ahora pasda, es decir, lo que la gente de a pie llama "crisis", a mi entender huele más a "shared and brought shit" que a otra cosa.

    Tenemos lo que nos merecemos.

    Por otra parte, muy bueno tu artículo: congratulaciones.

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